AGR Almeria

El agua, de bien necesario a un problema urgente

  • El déficit hídrico ha tocado techo durante esta campaña en la provincia Los regantes claman ayudas de la Administración y dicen basta las actuales tarifas por litro

El agua ha pasado de ser algo necesario a convertirse en urgente. La escasez hídrica que caracteriza a la provincia de Almería por antonomasia se ha agudizado en los últimos tiempos y parece que ya ha tocado fondo. La situación es preocupante para los regantes, sabedores que ahora sí dependen de una Administración que los ha dejado un poco de la mano de Dios en los últimos años. Lo mejor, por sacar algo positivo de esta situación, es que se ha creado una conciencia entre todos los regantes que ya se hace extensiva a la sociedad civil donde se ha dicho ¡basta!. Almería en puede seguir siendo la provincia española que más produce con cada gota de agua, pionera y referente en sostenibilidad, y que no vea revertido ese esfuerzo en un precio menor del litro de agua, o que de alguna forma se vea revertido en la fiscalidad de los agricultores.

No hay más que ver el poder de convocatoria que tuvo la jornada técnica celebrada por Cajamar el pasado martes den el edificio de Las Mariposas. En un recinto abarrotado, se analizó la situación de este recurso básico para la provincia y la inquietud existente por asegurar su disponibilidad en el futuro más inmediato, pero no a cualquier precio, o por lo menos no para el bolsillo de unos comuneros que continúan haciendo encaje de bolillos y auténticos milagros en el campo almeriense pese a tener el viento en contra.

Ahora toca ver cómo se resuelve este déficit, tal y como se ha hecho en otros territorios, y que en la provincia es una necesidad imperiosa. Opciones hay, cuál es la mejor es otra de las cuestiones sobre la mesa, aunque los comuneros apuntan a que no hay que dar de lado ninguna. Trabajar en todas. Y si alguien sabe de esto, esos son ellos.

Almería, por sus características climáticas, padece una sequía prácticamente endémica que solamente se palia gracias a la riqueza de sus aguas subterráneas. El problema está, y es precisamente lo que está pasando en que, como todo recurso natural, se trata de una fuente que puede agotarse, por lo que es imprescindible llevar a cabo una gestión sostenible, que integre las necesidades de todos los actores y zonas de riego de la provincia, optimizando el uso de los recursos disponibles, ejerciendo en la medida de lo posible el principio de solidaridad y con un precio razonable y asequible para no asfixiar más los bolsillos de los agricultores, que, según ellos, debería rondar entre los 0,20 y los 0,25 euros el metro cúbico.

"Estamos trabajando con la idea de traer el agua de Rules. Ya nos hemos reunido con la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo y tenemos un principio de entendimiento con ellos. Desde ahora mantendremos una relación estrecha. Les presentamos un estudio previo que hemos desarrollado, al igual que a las Administraciones, con la autovía del agua entre Rules y Cuevas del Almanzora. Hemos demostrado que es viable", subraya el presidente de Feral, José Antonio Fernández, que desde la Federación que representa a la mayoría de los comuneros de la provincia. La de Rules es una solución, con datos en la mano, la más deseada. Según Manuel Vizcaíno, ingeniero granadino jubilado y que asistió recientemente a la última jornada técnica de Cajamar sobre el mercado del agua, hay del orden de 74 hectómetros cúbicos 'sobrantes' para los regantes de la Cuenca del Guadalfeo y que se podrían llevar a las zonas deficitarias de Almería. Esto es un tercio de lo que necesitan las 30.000 hectáreas de cultivo que hay en la provincia. A esto, hay que unir la recogida de pluviales desde las cubiertas de los invernaderos. "Ninguna tontería", aseguran desde los foros del riego. "No podemos mirar hacia otro lado con esta posibilidad. Yo apoyo este sistema para complementar el abastecimiento. Hay tener en cuenta que nos puede suponer 40 hectómetros cúbicos de agua más o menos", explica el presidente de Feral sobre un agua de lluvia, que no es la mejor para el riego porque puede descontrolar los ph de los cultivos, pero "si cogemos ese agua de lluvia y la mezclamos con el acuífero superior, podemos hacer un agua de excelente calidad para los cultivos de la zona, con una conductividad de entre 1 y 1,5", subraya Fernández.

Por todo ello, en la busca de soluciones, los regantes han escenificado una postura conjunta a lo largo de los últimos meses, aunando fuerzas bajo el mismo criterio: "El problema del agua es el gran problema de Almería", reconocen. Y para solucionarlo, solicitan el apoyo y el compromiso de todos, administraciones, organizaciones agrarias y sindicales, empresarios y políticos, para conseguir su objetivo, un precio del agua coherente con la coyuntura agrícola almeriense y que no existan agravios comparativos con otros territorios que también están padeciendo sequías persistentes, como es el caso de Murcia.

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